yo al frío lo aprendí de niña en guardapolvo
estaba oscuro
el rambler clasic de mi viejo no arrancaba
había que irse caminando hasta la escuela
cruzábamos el tiempo
los colmillos atravesándonos
la poca carne
yo era unas rodillas que dolían
decíamos qué frío
para mirar el vapor de las palabras
y estar acompañados.
las mamás
todas
han pasado frío
mi mamá fue una niña que en cushamen
andaba en alpargatas por la nieve
campeando chivas
yo nací con la memoria de sus pies entumecidos
y un mal concepto de las chivas
esas tontas que se van y se pierden
y encima hay que salir a buscarlas
a la nada.
mi mamá nos abrigaba
ella es como un adentro
hay que abrigar a los hijos
el pecho
la espalda
los pies y las orejas
dicen así
y les crecen las ramas y las hojas
y defienden a los chicos del invierno
y a veces sale el sol y ellas tapando
porque los brazos se les van en vicio
y hay que sacarles
despacio
con palabras
esos gajos.
(Fragmento)
Liliana Ancalao, Mujeres a la intemperie, el suri porfiado, Puerto Madryn, 2009.
3 comentarios:
iuiuiuiu!!!!!!!!!!!!!!!
primero decirte que estás en mi recorrido bloguero diario; luego agradecer esta poesia de liliana; tengo su libro y es entrar a su corazón.
Muchas gracias, Maritza, un cariño grande! Cuando puedas, mandame por mail tu dir, así te hago llegar Madamas. Besos!
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