Mostrando entradas con la etiqueta cuento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cuento. Mostrar todas las entradas

viernes, 16 de septiembre de 2011

Así fue la presentación de Casquivana 2





















Mi agradecimiento a Nicolás Hochman y a Clara Anich, quienes me convocaron a participar de la revista y de la presentación. En ella leyeron (en orden descendente) Dario Sztajnszrajber, Alejo Villarino y Carolina Sborovsky.
Buscala en tu librería amiga o en la web: www.casquivana.com.ar

lunes, 8 de agosto de 2011

Extra! Salió CASQUIVANA #2!

¿Qué hay donde se supone que no hay nada? El cero, los márgenes, la nada, el vacío. 
Escriben Pablo Amster, Mario Crocco, Lara Lizenberg, Claudia Piñeiro, Darío Sztajnszrajber, Mauricio Weintraub y Masako Itoh.
+ Además, una crónica de viajes de María Sonia Cristoff.
+ Cuentos inéditos de Mariana Enriquez, Vivian García Hermosi y Marisa do Brito Barrote.
+ Columnas de Alejo Villarino, Juan José Burzi, Yair Magrino, Carolina Sborovsky, Gabriel Mesa y Celina Artigas poemas inéditos de Gemán Weissi.
+ La primera parte de una novela por entregas, que comienza Ricardo Romero.
+ Un monólogo teatral de Camila Fabbri.
+ Una historieta de Sol Díaz Castillo.
Y las ilustraciones de Carlos Autieri, Pablo Martín, Leticia Gómez Castro, Carolina Marcús, Hernán Zaccaría, Laura Sereno, Leticia Paolantonio, Belén Echeverría, Omar Turcios, Juan Amadeo y Daniel Montero Galán.
Próximamente: la presentación...

domingo, 19 de junio de 2011

Carta del Portugués a mi padre


Filho:

A chata era tan alta que entraba uma pessoa parada debaixo do carro. Tiraban de ele dezoito cavalos gordos, matungos, pois chevabamos cem bordalezas de vinho. As bordalezas son toneles, barris grandes de moitos litros, duzentos litros, que nós llevabamos do Comodoro Rivadavia a Porto Balmaceda, no Chile.
Nós estávamos indo em caminho tres meses de Patagonia, vento y deserto, tres meses de solidão e frío. Meu irmão Manuel tinha tres días de caminho atrás, com sua chata e suos toneles gordos, também, de vinho preto, espumoso.
Como o frío nos pelaba os ossos, nós estávamos dele tomar o vinho, nosso vinho, nosso tonel de vino cenchi, um vinho que calentaba-nos a sangre, que nos quemaba as tripas, pois o frío era tão duro, tão frío que os dedos se nos facían pedras. Tomamos y tomamos até que nosso vinho acabou.
Então, vinhou o peón e falou assim:
―Don Juan, ¿le damos a una de las que hay para vender?
E eu pensou: quedan duos meses de caminho, sem vinho o vento convertira-nos em cuero seco. E eu não posso guiá uma caravana de homes secos.
Então seguimos atravessando o deserto da Patagonia tomando o vinho da venta. O vinho mais preto, mais noite: o vinho roubado.
Aquela vez quando cruzamos o Río Mayo, um río que está chegando na frontera com Chile, varios de meus cavalos se envararon, ficaram pasmados do frío das aguas. Eram como estatuas de cavalos, tiesos, com os pelos duros, puntudos, como as espinhas do Cristo. Então, eu tomé meu facón e fiz um tajo nas venas dos animales, um corte ligero na jugular dos cavalos, e brotó um fio lento de sangre preta, gelada, sangre como vinho frío, gelado como os vinhos do verano.
¿Você pode acreditar? As bestas brutas, duras do río gelado, com sua sangre brilhando do sol.
Na margen de aquele río passamos duas noites para que as bestas repusieram-se do pasmo das aguas. E depois de encher a bordaleza vazía com agua do río, voltamos novamente para nevado caminho.
Ao chegar a Porto Aisen, vinhou o homen da despensa, probou, e logo comprou tudas as bordalezas da venta. O peón baixou umo a umo os toneles, e deixou umo delos para nós, em nossa shata, de maneira que voltassemos a Comodoro com um tonel pleno de vinho, deixando a agua do Río Mayo na despensa do chileno.
Mas o roubo foi mal feito. Nós não éramos ladrões. E o peón foi um pouco tontinho, porque baixou a bordaleza errada e deixou para nós as aguas.
Graças a Deus, meu irmão Miguel veio a poucas horas de caminho com sua própria bordaleza cheia de vinho preto, congelato, como um vino de neve.*









* Carta imaginaria escrita por mi abuelo, el portugués, a mi padre, en un portuñol macerado por la estepa patagónica. Mi homenaje, para ellos, en su día.

martes, 23 de noviembre de 2010

Pasá una "Noche de conejos" leyendo No-retornable V7

Hello! Te enteraste? Salió No-Retornable V7! En el número podrás encontrar un anticipo de la novela de Elsa Drucaroff sobre Rodolfo Walsh en la sección "Contate algo", los camiones tuneados de Carlos Huffmann, un dossier sobre historietas futuristas en "Bang Bang", entrevistas a editores independientes, cine nacional y literatura.
Ahh...! y un cuento que me publicaron: Noche de conejos.
By by!

lunes, 8 de marzo de 2010

"El pozo", de Ricardo Güiraldes

"Sobre el brocal desdentado del viejo pozo, una cruz de palo roída por la carcoma miraba en el fondo su imagen simple.
Todo una historia trágica.
Hacía mucho tiempo, cuando fue recién herida la tierra y pura el agua como sangre cristalina, un caminante sudoroso se sentó en el borde de piedra para descansar su cuerpo y refrescar la frente con el aliento que subía del tranquilo redondel.
Allí le sorprendieron: el cansancio, la noche y el sueño; su espalda resbaló al apoyo y el hombre se hundió, golpeando blandamente en las paredes hasta romper la quietud del disco puro.
Ni tiempo para dar un grito o retenerse en las salientes, que le rechazaban brutalmente después del choque. Había rodado llevando consigo algunos pelmazos de tierra pegajosa.
Aturdido por el golpe, se debatió sin rumbo en el estrecho cilindro líquido hasta encontrar la superficie. Sus dedos espasmódicos, en el ansia agónica de sostenerse, horadaron el barro rojizo. Luego quedó exánime, sólo emergida la cabeza, todo el esfuerzo de su ser concentrado en recuperar el ritmo perdido de su respiración.
Con su mano libre tanteó el cuerpo, en que el dolor nacía con la vida.
Miró hacia arriba; el mismo redondel de antes, más lejano, sin embargo, y en cuyo centro la noche hacía nacer una estrella tímidamente.
Los ojos se hipnotizaron en la contemplación del astro pequeño, que dejaba, hasta el fondo, caer su punto de luz.
Unas voces pasaron no lejos, desfiguradas, tenues; un frío le mordió del agua y gritó un grito que, a fuerza de terror, se le quedó en la boca.
Hizo un movimiento y el líquido onduló en torno, denso como mercurio. Un pavor místico contrajo sus músculos, e impelido por pesa nueva y angustiosa fuerza, comenzó el ascenso, arrastrándose a lo largo del estrecho tubo húmedo; unos dolores punzantes abriéndole las carnes, mirando el fin siempre lejano como en las pesadillas.
Más de una vez, la tierra insegura cedió a su peso, crepitando abajo en lluvia fina; entonces suspendía su acción tendido de terror, vacío el pecho, y esperaba inmóvil la vuelta de sus fuerzas.
Sin embargo, un mundo insospechado de energías nacía a cada paso, y como por impulso adquirido maquinalmente, mientras se sucedían las impresiones de esperanza y desaliento, llegó al brocal, exhausto, incapaz de saborear el fin de sus martirios.
Allí quedaba, medio cuerpo de fuera, anulada la voluntad por el cansancio, viendo delante suyo la forma de un Aguaribay como cosa irreal...
Alguien pasó ante su vista, algún paisano del lugar seguramente, y el moribundo alcanzó a esbozar un llamado. Pero el movimiento de auxilio que esperaba fue hostil. El gaucho, luego de santiguarse, resbalaba del cinto su facón, cuya empuñadura, en cruz, tendió hacia el maldito.
El infeliz comprendió, hizo el último y sobrehumano esfuerzo para hablar; pero una enorme piedra vino a golpearle en la frente, y aquella visión de infierno desapareció como sorbida por la tierra.
Ahora, todo el pago conoce el pozo maldito; y sobre su brocal, desdentado por los años de abandono, una cruz de madera semipodrida defiende a los cristianos contra las apariciones del malo."

















martes, 10 de marzo de 2009

¡Las librerías bullen, apareció "La erótica del relato"!


Ya está en las librerías de Buenos Aires "La erótica del relato", antología de cuentos de escritores de la nueva literatura argentina, compilada por Jimena y Matías Néspolo, y publicada por Adriana Hidalgo editora.
Antología que es una intervención literaria en contra de la inmediatez del escritor-mercantil y a favor del arte-sano. Una compilación de cuentos que se dejan leer desde el placer del texto, desde la erótica de la palabra hallada o desde el abismo de la palabra perdida.
Un placer, haber sido incluida entre los autores...