La costurera
ya no despétalo
uno a uno
los botones
de margaritas del jardín.
Ya no pregunta
¿Hasta dónde me quieres, cariño?
Te quiero hasta el cielo.
Te quiero hasta esa nube que pasa. Mucho.
Te quiero hasta acá
(el espacio que separa mi nariz de tu nariz). Poquito.
Te quiero hasta la luna y doy tres vueltas. Nada.
Te quiero hasta la muerte.
Compró un centímetro del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario